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El coleccionista de sonidos (Blog de música española)

Concierto de Quique González en la sala Tótem de Villava (Navarra) 20-12-2008

Concierto de Quique González en la sala Tótem de Villava. Media entrada en una sala que acaban de remodelar, ampliando mucho su aforo. Si hubiese mantenido su antigua capacidad habría estado prácticamente llena, como las anteriores ocasiones en que Quique la visitó.
Este concierto forma parte de una mini gira para celebrar sus diez años en la música, y el repertorio fue elegido por sus fans por Internet, a razón de tres canciones de cada disco, más una versión (Paloma de Calamaro).
 
Quique estuvo acompañado por La aristocracia del barrio, la banda con la que grabó su último disco (Avería y redención # 7) y que le acompañó en su posterior gira de presentación.
La aristocracia del la forman Javi Pedreira en la guitarra, Karlos Aranzegi en la batería y Jacob en el bajo. Por su parte, Quique toca la guitarra o el piano en la mayoría de las canciones.
La calidad de esta banda merece que nos detengamos en ella.
Conozco a Javi Pedreira desde que en 1995 formó parte de la banda de Mikel Erentxun para presentar El abrazo del erizo (hasta finales de los 90, llegando a participar en la grabación de su siguiente disco, Acróbatas, y su consiguiente gira). Anteriormente había trabajado con La Frontera, y después ha estado con Amaral, Álex Ubago, Luz Casal… También ha tenido sus grupos paralelos (Latino Diablo o Extraños en el paraíso).
Con Quique le tocó la difícil labor de sustituir a otro grande, Carlos Raya, pero consigue que no se le eche de menos. Son dos de los mejores guitarristas de España, cada uno con su estilo. Javi es más espectacular, más agresivo e igual de solvente que Carlos.
A Karlos Aranzegi lo conozco también desde el año 2000, cuando giró con Mikel Erentxun en los conciertos de Te dejas ver. Después de ese disco ha aparecido intermitentemente en la banda de Mikel, hasta ser sustituido definitvamente por Rufo Urbina.
Después de con Mikel, también ha estado con Iván Ferreiro (época Canciones para el tiempo y la distancia) y actualmente con Quique. Forma parte del grupo de música en euskera Bide Ertzean, junto a otros exmiembros de la banda de Mikel Erentxun, como Fran Iturbe o Mikel Azpiroz.
Al igual que Pedreira, Karlos es un batería muy espectacular. En todos los conciertos que le he visto, que han sido unos cuantos, siempre he oído a alguien del público decir: “Mira cómo toca el batería”. Le pega muy fuerte. En un concierto de Mikel Erentxun en el Kursaal de San Sebastián (año 2003, gira Ciudades de paso), le tuvieron que meter dentro de una especie de pecera del ruido que metía. En su caso, es un placer escucharle y verle tocar la batería.
A Jacob sólo lo conozco de haber acompañado a Quique desde el principio, y con eso me sobra. Es un gran bajista.
 
Y ya centrándonos en el concierto, qué decir. He seguido todas las etapas de Quique y no sabría decir cuál me gusta más. He disfrutado mucho los conciertos de las últimas giras, pero también echaba de menos más temas de los primeros discos. Eso pasa con todos los artistas de larga trayectoria, que al final tienen que ir soltando lastre y dejando en el tintero temas que en su momento fueron imprescindibles, pero que con el paso del tiempo han sido sustituidos por otros más nuevos.
Poder disfrutar de un concierto de Quique con un repertorio equilibrado, que recoja a partes iguales temas de sus siete discos ha sido un lujazo. Volver a vibrar con La ciudad del viento, El rompeolas, Cuando éramos reyes (ahora ralentizada), Pájaros mojados, Calles de Madrid, Palomas en la Quinta…
Durante la mayor parte del concierto Quique ha estado acompañado por su banda, a la que ya me he referido. Pero también ha habido momentos en los que ha estado solo ante el peligro, recordando aquella época maravillosa de Peleando a la contra, cuando se recorría España y daba conciertos el solo, con la única compañía de su guitarra acústica y su piano.
Ha habido muchos momentos emocionantes, pero me quedo con el final de “En el backstage”, cuando he vuelto a escuchar, después de tantos años, esa retahíla de dedicatorias: Como Enrique Urquijo, como Pepe Risi, como Elvis Presley, como Frank Sinatra, como Janis Joplin… en el backstage, hasta quedarte a solas.
 
PD: Podría escribir mucho más sobre Quique González, porque es una de mis debilidades. Lo haré en próximas entradas.

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