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El coleccionista de sonidos (Blog de música española)

Conciertos

Concierto de Jaime Urrutia en Villava, Navarra (04/10/2009)

Concierto de Jaime Urrutia en Villava, Navarra (04/10/2009)

Por edad no pude ver a Gabinete Caligari en directo. Siempre me quedará esa espina.

Pero no creo que los conciertos fueran muy diferentes a lo que vi en Villava. Público variopinto: niños, jóvenes y personas mayores. Rockeros. Marujas. Estudiantes. Jubilados. Incluso un punki (con cresta y todo).

 

Sobre el escenario, Jaime Urrutia. Con más años, más sabiduría, más canciones y la misma chulería de siempre (más sería imposible).

 

A su lado, Los Corsarios. Una banda de “super – clases”: Esteban Hirschfeld en los teclados (ya acompañaba a Gabinete). Germán Vilella en batería (tocaba en Los Rodríguez). Ambite en el bajo (tocaba en Pistones). Al único que no conocía era al guitarrista, y no lo hacía nada mal.

 

Y el repertorio, una colección de éxitos. Sonaron muchos de Gabinete (Camino Soria, La sangre de tu tristeza, La culpa fue del cha cha cha, Cuatro rosas…), así como de los dos discos en solitario de Jaime Urrutia (obviando el directo En Joy). No faltaron Maribel, Castillos en el aire, ¡Qué barbaridad! o Mentiras.

Una auténtica fiesta.

 

Sólo pondré un par de “peros”:

La duración. Hora y media escasa (creo que ni llegó). Supo a poco, y Jaime tiene repertorio para hacer conciertos más largos.

Demasiado Gabinete en el repertorio: está claro que Gabinete es uno de los grupos más importantes del rock español, y que casi todos hemos conocido a Jaime gracias al grupo, y que sus canciones nos traen muchísimos buenos recuerdos, y que bla bla bla.

Pero el grupo terminó. Jaime graba en solitario y tiene dos discos demasiado buenos como para que no suenen más canciones en los conciertos. Con los éxitos de Gabinete sabe de antemano que se va a ganar al público, pero no conviene abusar de ellos. Un poquito de riesgo, por favor.

 

Esperando con ansiedad la publicación del próximo disco de Jaime (con el título provisional de “Lo que no está escrito”), me despido hasta el próximo concierto.

Concierto de Tachenko (Pamplona, 14/05/2009)

Concierto de Tachenko (Pamplona, 14/05/2009)

Tachenko se presentó el jueves 14 de mayo en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), cerrando el ciclo de conciertos de esta temporada.

Antes tocó la banda local Sol de invierno (poco más de media hora).

Sol de invierno es la mezcla de varios estilos. Es un grupo de rock, aunque también se notan pinceladas pop, lo que explica que tocasen versiones de Quique González (Cuando éramos reyes), Antonio Vega (El sitio de mi recreo, dedicada a su memoria), y Joaquín Sabina (Pacto entre caballeros).

Se presentaron con la formación de voz, guitarra, bajo y batería, y en algunas canciones colaboró con ellos un teclista. No pudo asistir su segundo guitarrista, a pesar de lo cual sonaron con mucha contundencia.
No conocía al grupo, pero me gustó.

 

Y tras un breve receso para cambiar los equipos saltó al escenario Tachenko.

Vinieron a presentar su último disco, un recopilatorio  titulado Los años hípicos (su primer trabajo para Limbo Starr) en el que repasan temas de su ya no tan corta trayectoria (3 discos y 2 singles).

Tachenko es un grupo de pop por la gran importancia que dan a las melodías, aunque por el sonido y la potencia se podría considerar un grupo de rock.

En su concierto de la UPNA quedaron claros ambos aspectos, gracias a enérgicas interpretaciones de temas como El tiempo en los Urales, Protestas pacíficas, Amable, Arriba mi amor, Rayos y centellas (a petición del público), El mundo se acaba o Quemados por el sol.

También presentaron canciones nuevas que se supone que verán la luz en algún single o en algún disco de larga duración. (Una de las nuevas se titulaba El Respland’or, y la apóstrofe entre la “d” y la “o” debe tener su importancia, a juzgar por lo que dijo Sergio Vinadé).

Los músicos de Tachenko están muy experimentados y se manejan con soltura por el escenario. Ofrecen un buen sonido y son simpaticos. El de la UPNA era un concierto gratuito, con poco público, parte del cual estaba allí sólo por curiosidad. Pero los zaragozanos completaron una buena actuación, que nos reafirmó a los que ya los conocíamos y dejó un agradable sabor de boca a los que no los conocían.

Esperemos que de esta manera el grupo siga creciendo y pueda alcanzar el lugar que merecen en la música española (aunque tal como están las cosas...).

Concierto de Calamaro en el Kursaal (San Sebastián, 9/05/2009)

Concierto de Calamaro en el Kursaal (San Sebastián, 9/05/2009)

A lo largo de los años he tenido la suerte de asistir a muchos conciertos. Entre todos ellos, los de Calamaro siempre son especiales, por varios motivos:
Primero, porque es uno de mis músicos favoritos desde que supe de él, allá por los años 90, al frente de Los Rodríguez.
Pero sobre todo, por las reacciones tan extremas que provoca en su público. Calamaro es un músico excesivo, y pertenece a ese tipo de artistas a los que se les adora o se les odia.
Lógicamente, a sus conciertos acuden los que lo adoran, y no tratan de disimular la admiración que profesan hacia su ídolo.
Sus conciertos son una celebración, y tienen algo de litúrgico. Sus fieles corean (coreamos) con pasión todas y cada una de sus canciones. Sea uno de sus hits más populares, sea un tango, o sea una canción escondida entre más de un centenar de huevos de su prodigioso Salmón.
Pese a que el concierto del auditorio Kursaal estaba pensado (imagino) para disfrutarse sentado, hubo quien permaneció levantado de principio a fin (dándole su vida a ese para-avalanchas).
Hubo también  momentos de karaoke colectivo. A veces “la lengua popular” gritaba tanto que resultaba imposible escuchar a la banda, y eso que era potente: 3 guitarras, bajo, teclados y batería.
Y emoción. Abrazos entre los asistentes. Cánticos populares (Ari, Ari, Ari, Calamaro lehendakari). Ovaciones. Intensidad  y, en fin, todos los ingredientes habitales en un concierto de Calamaro.
 
Después de hacer mención al espectáculo ofrecido por el público (parte esencial tratándose de  un concierto de Calamaro), nos centraremos en lo que ocurrió sobre el escenario.
El concierto empezó con puntualidad. A las 21:00 se apagaron las luces y una “voz en off” dijo algo así como: “Es un honor para mí, como ciudadano de San Sebastián, presentaros al Maestro, Andrés Calamaro”.
No vimos al presentador, y nadie dijo a quién pertenecía esa voz, pero fuimos muchos los que supimos al instante que se trataba de Loquillo. Algunas cosas son inconfundibles.
Y de esa manera salió al escenario Calamaro y su banda, para desgranar durante más de dos horas algunas joyas de su repertorio.
Andrés fue el Andrés de las grandes ocasiones. Vestido todo de negro, con sus eternas gafas de sol, de las que no se desprendió salvo en alguna ocasión, para dar las gracias al público.
Es una estrella del rock a la vieja usanza. Derrochó actitud, poses y carisma. Sobre todo, durante las canciones en las que no tocó la guitarra y estuvo más libre para patearse el escenario de un lado a otro, gesticulando histriónicamente. (Inolvidable la interpretación de “Crímenes perfectos”).
A la maestría de Calamaro hay que añadir que cuenta con una banda enorme (quizás la mejor banda de rock’n’roll que se pueda ver ahora mismo en nuestro país). Las canciones suenan musculosas, brillantes, sólidas, incontestables. Te pasan por encima.
Aunque también hubo momentos para el intimismo, como los dos tangos (piano y voz en Jugar con fuego, piano, voz y una levísima guitarra acústica en Los mareados).
 
En el Kursaal sonaron, entre otras, La parte de adelante (con la que abrieron), El salmón, Los aviones, Media verónica, Estadio Azteca, Los chicos (con la que todo el público se puso en pie y emitió una de las mayores ovaciones de la noche), Todo lo demás, Paloma (la emotividad de esta canción pone los pelos de punta), y muchas más.
Con un repertorio tan extenso como el de Calamaro, es imposible que no quedasen canciones fuera, pero de las habituales faltaron Te quiero igual y Loco. (Tampoco tocaron Maradona, aunque el público la coreó entre canción y canción).
Por no hablar de las favoritas de cada uno. Yo sigo confiando en poder escuchar en algún concierto temas como Cuando te conocí o Con Abuelo, pero tendré que seguir esperando.
 
En definitiva: que Calamaro no defraudó. Al día siguiente tocó en Madrid y se ha generado cierta polémica por ciertos comentarios  que hizo en contra del el diario El País. Podéis leer sobre esta polémica en el siguiente enlace: http://www.libertaddigital.com/el-candelabro/calamaro-contra-prisa-editaba-los-manuales-de-texto-del-franquismo-1276358933/

Concierto de Antonio Vega en el Auditorio de Barañain (6/03/2009)

Concierto de Antonio Vega en el Auditorio de Barañain (6/03/2009)

El concierto comenzó con más de media hora de retraso. El público comenzaba a murmurar, y algunos aludían a la leyenda negra que precede a Antonio Vega allá dónde va (y que el propio Antonio describe en "Un día y otro").

Cuando el desconcierto comenzaba a hacerse patente, una señora de la organización del Auditorio salió a dar explicaciones: Antonio estaba en su camerino y tenía problemas de garganta.

Justo en ese momento la banda salió al escenario, seguida de Antonio, que fue recibido con una cerrada ovación. Ahí se desvanecieron todas las dudas.

El concierto se enmarca dentro de una gira de teatros, de la que saldrá un disco en directo, el 2º tras el Básico (2002).
Obviamente, hay que marcar diferencias con su predecesor, y si aquel fue acústico, esta gira estamos encontrando a un Antonio eminentemente eléctrico. Suena potente, con 3 guitarras, teclados, bajo y batería.
También ha variado el repertorio respecto al de Básico, salvo algunos himnos inevitables que siguen sonando, aunque con un lavado de cara (Lucha de gigantes, El sitio de mi recreo, La chica de ayer).

Si Antonio tenía problemas de garganta, desde luego los dejó en el camerino. O los solventó con buen oficio y profesionalidad.
En Barañain sonaron temas de sus cinco discos en solitario (Caminos infinitos, Lleno de papel, Océano de sol, Guitarras, No me iré mañana...) y algún guiño a Nacha Pop (Lucha de gigantes, Cada uno su razón y la única canción del único bis de la noche: La chica de ayer).

Al final, una hora y media de concierto; duración escasa y calidad a raudales.
Habrá que esperar a la salida del disco, pero por lo visto en Barañain, y por tratarse de quien se trata, todo apunta a que será un gran disco. Como siempre.

 

Concierto XXV Aniversario de Aurora Beltrán (Teatro Gayarre 21/02/2009)

Concierto XXV Aniversario de Aurora Beltrán (Teatro Gayarre 21/02/2009)

Primero: Tahures Zurdos fue uno de los grupos más honestos que ha habido en la historia del rock español. Quizás fuese precisamente su honestidad la que les impidió comerse con las dos manos el éxito que en ocasiones llegaron a tocar con la punta de los dedos.

Segundo: Aurora Beltrán es una de las grandes figuras del rock español. Y lo digo por las canciones que escribe, por las letras, por la voz, por la manera de interpretar, por cómo se planta en el escenario.

Con esas dos ideas claras llegué el sábado al Teatro Gayarre de Pamplona. Con la idea de disfrutar (como siempre que voy a un concierto). Pero también con la idea de que la artista disfrutase. Por eso me alegró ver que el Teatro estaba lleno para celebrar los 25 primeros años de Aurora Beltrán en la música.
Todas las entradas vendidas y un elenco de artistas de primer nivel con un objetivo común: mostrar a Aurora una pequeña parte del respeto y la gratitud que le debemos.

Aurora salió al escenario con vestido de noche y chupa de cuero, y esa imagen simboliza muy bien las dos caras que ofreció: el vestido de noche para susurrarnos al oído con suavidad, y la chupa de cuero para gritarnos con rabia mientras aporreaba sin piedad su guitarra eléctrica.
Le acompañó una banda muy solvente, en la que destacaron los coros de una inconmensurable Eva Rada.
En el fondo del escenario se proyectaron imágenes que ayudaban a recrear el ambiente que cada canción requería. A veces una tormenta de electricidad, a veces imágenes de Aurora y a veces imágenes de sus seres queridos.
Acompañaron a Aurora artistas y amigos como Kutxi y Alen de Marea, Belén Arjona, Carmen París (impresionante su aportación a Valquirias), Mariano de Distrito 14, Carlos Chaouen y Clara Téllez de Los Peces.

Con un gran sonido, Aurora fue repasando algunas de las grandes canciones que ha ido escribiendo en estos 25 años.

Y hablando del repertorio, volvemos al principio: cómo es posible que son semejantes canciones no haya llegado más alto. Cómo es posible que otros triunfen (echen un vistazo a la lista de discos más vendidos) y Aurora tenga que pelear contra viento y marea por mantener vivo su proyecto.

No hay Justicia en el mundo, y mucho menos en el mundo de la Música. Pero lo del Teatro Gayarre fue un acto de Justicia poética.
Por eso, me quedo con el Teatro Gayarre lleno hasta la bandera y cantando a una sola voz "Una noche de amor". Y Aurora, radiante, que nos daba las gracias.

No, Aurora: Muchas gracias a ti.

Concierto de Mikel Erentxun en Irún (24/01/2009)

Concierto de Mikel Erentxun en Irún (24/01/2009)

Sábado 24 de enero de 2009.
Irún.
Ciclón fuera del Centro Cultural Amaya y sobre todo, ciclón dentro del Centro Cultural Amaya.
Gran concierto. Gran repertorio y gran sonido. Gran escenario. Gran público.
Todo fue grande en Irún.

Mikel había publicado el repertorio en su blog. Admito que me picó la curiosidad, pero resistí y no lo leí. Creo que es mejor ir al concierto a que te sorprendan, con la duda y la esperanza de si tocará una canción u otra. Es parte de la magia.
Además, ahora que lo leo y lo comparo con el que realmente se tocó, veo que hubo algunos cambios.
Si la memoria no me falla, en Irún tocaron: A un minuto de ti, Esta luz nunca se apagará, De espaldas a mí, Frases mudas, El cielo es del color de las hormigas, Observatorio, Colección privada, ¿Quién se acuerda de ti?, Tu nombre en los labios (con Rafa Berrio), En qué mujer, Mañana, Vasos de Roma y Ginebra, Cartas de amor, Locuras, Arde Madrid, 1977, Cien gaviotas, Esperaré a que se esconda el sol, Revolución, En algún lugar, Dulce aroma, La herida, Si mi celda eres tú, Lau teilatu y Polaroids.

Llama la atención el predominio abrumador de temas rápidos y rockeros. Especial atención tuvo El abrazo del erizo, que fue el disco del que más canciones se tocaron ( 5 ).

A mí los conciertos que más me gustan son los rockeros, y este lo fue con creces. También hubo momentos más acústicos, que sirvieron para oxigenar.
En Vasos de Roma y Ginebra hicieron la mejor interpretación que yo haya escuchado de esa canción. Primero sólo guitarra acústica y voz. Luego toda la banda, pero suave. El público prestaba atención a la letra y en algunos momentos los giros de la letra hicieron saltar más de una carcajada. No es de mis favoritas en el disco, pero fue una de las mejores de la noche.
Para las últimas canciones todo el público estaba de pie. Creo que fue en Cartas de amor cuando la cosa ya se desbocó.
Siempre lo digo: en dos horas largas hay tiempo para contentar a todos. Los que disfrutamos de los recovecos menos transitados del repertorio de Mikel ( canciones que en su momento no fueron single, o incluso caras B de single o la versión de Diego ). Y también a los que quieren escuchar los clásicos de Mikel ( A un minuto, Esta luz, ¿Quién se acuerda?... ) o de Duncan ( Cien gaviotas, En algún lugar ).
Y el final... Impresionante. Cartas de amor, que como ya he dicho lo puso todo patas arriba. Esperaré a que se esconda el sol. Revolución. Arde Madrid. Imposible quedarse quieto.

Ese es el Mikel que me gusta y al que siempre reividicaré. El que me hizo descubrir y ser un apasionado de la música ( de la suya y de la de los demás ).
Cuesta creer que sea la misma persona que presenta La batalla de los coros con Manu Tenorio y demás, pero es así. Para lo bueno y para lo malo.

Concierto de Revólver en el Teatro Gayarre de Pamplona (18-12-2008)

Casi lleno, con una 900 personas.
 
El concierto empezó con cinco minutos de retraso, y se prolongó durante algo más de dos horas.
Se trataba de un concierto acústico, y sobre el escenario estuvieron: Carlos Goñi (guitarra acúsitca, armónica y voz), Cuco Pérez (acordeón), Iñigo Goldaracena (bajo y coros).
 
Carlos estuvo muy hablador a lo largo de todo el concierto. Presentaba cada tema explicando su significado, su inspiración o alguna anécdota relacionada (alguna muy personal, como que Fuera de lugar la escribió pensando en su padre, al que no ve desde que se fue a Venezuela hace más de treinta años).
Los dos músicos acompañantes también estuvieron a un buen nivel (cabe destacar que Íñigo Goldaracena jugaba en casa, ya que es de Pamplona).
El público pamplonés se comportó durante casi todo el concierto como se suele comportar siempre: fríamente. Sólo en algunos temas (Sara, El roce de tu piel, Odio o El Dorado) se atrevió a cantar.
 
Carlos Goñi tiene algunas cosas que me gustan mucho y otras que no me gustan nada.
La cosa que menos me gustaba de él era él mismo. Reconozco que era un prejuicio, pero me costó venderlo.
Cuando lo hice descubrí a un músico honesto, que se toma muy en serio su trabajo y que tiene varias canciones que me gustan y me emocionan, lo cual no es desdeñable.
 
Es fácil dividir en etapas la carrera de Carlos Goñi, ya que cada Básico sería un punto de inflexión.
Resumiendo mucho: la primera etapa (hasta el Básico 1) no me gusta nada, aunque salvaría alguna canción suelta. No soporto la producción de esos tres discos.
La segunda etapa (hasta el Básico 2) me empieza a gustar, aunque tampoco me entusiasma. En esta etapa son ya bastantes las canciones que me gustan mucho, aunque mantiene algunas cosas que no me gustan nada, sobre todo en cuanto a producción.
En la tercera etapa (hasta el Básico 3) es cuando me empiezo a interesar más en serio por Revólver. Aquí encontramos mi discos favorito (Sur, 2000), que fue presentado por una de mis canciones favoritas de Revólver (San Pedro). Un disco arriesgado e innovador en su carrera, al que siguieron 8:30 a.m. (no tan logrado como el anterior), y el irregular Mestizo.
Como de costumbre, la etapa se cerró con Básico 3, que contó con colaboraciones de Mikel Erentxun, Bunbury, Álvaro Urquijo y Shasha Sokoul.
 
La cuarta etapa se acaba de abrir con este 21 gramos, que me parece un discazo de principio a fin.
Carlos lo ha grabado en su propio estudio, donde también han grabado otros grupos como Los Rebeldes. Se ha tomado varios meses para poder trabajar con tranquilidad, y se ha ocupado de grabar la mayoría de los instrumentos. El disco suena excelentemente, muy fresco y en él Carlos vuelve a abrirse a nuevos sonidos (mexicanos, fronterizos...).

En definitiva: un gran artista, un gran disco y un gran concierto.